Los procesos de transformación urbana desarrollados en América Latina y Argentina han dado como resultado general ciudades con diverso grado de heterogeneidad en lo
referente a antigüedad, características de uso y pertenencia a corrientes estético arquitectónicas de sus edificios. La consideración de obras de significación en forma aislada o independiente de un conjunto mayor o contexto mas abarcante ha llevado a realizar acciones que, en su intento de resaltar un edificio, borraron pare de la ciudad que
le daba sentido. Casos como el de la Casa Histórica de Tucumán, “liberada” del telón de fondo construido a lo largo de siglo y medio a partir de edilicia corriente muestran la necesidad de trabajar sobre la idea de centro histórico o de determinar áreas de valor patrimonial o, aun, de considerar ciudades como patrimonio cultural.