Roberto Saraví Cisneros
[20 de septiembre 1943 – 6 de abril de 2022]
Cuando conocí personalmente a Roberto, a fines de los años 80 no pude menos que empatizar con esa inescrutable combinación de talento, gusto y certidumbre que emanaban de su don de maestro de la generación que me precedía. Aquella que, de un modo u otro, orientó el timón de la arquitectura con sus convicciones, su energía indomable y su coherencia.
Convicciones que atravesaron las fronteras de la disciplina, comprometiéndose en cuerpo y alma con las trasformaciones de la Sociedad que anhelaba.
Esa generación ha legado algunos auténticos clásicos. Y así, Roberto -junto a Jorge “Cuqui” García y Daniel Delpino- realizó en la FAU esa pieza ya canónica que llamaran modestamente “Un lugar contra el olvido”, más conocida como “la espiral de la FAU”.
Pero hay un Roberto más personal y entrañable que prefiero evocar aquí:
…el de su personalidad que destilaba un misterioso encanto, un aura de altivez y a la vez de amable jovialidad
… el de esa manera en que expresaba sus ideas pacientemente construidas, iluminando su mirada con un brillo y una sonrisa de auténtico guía.
…el de quien confiaba en una persona con solo mirarla.
… el de su entrega para sostener lo que consideraba genuino, como pueden dar testimonio no solo quienes tuvimos la oportunidad de trabajar con él sino ante todo muchos de sus estudiantes a quienes prodigaba su tiempo para el diálogo y la reflexión.
… y el de su compañerismo de padre, cuando en un lejano verano fui testigo de tardes de ocio compartidas con Nico al borde del río.
Eduardo Gentile
“REPRESENTACIÓN DEL TIEMPO”
Bajo este título y tras una charla sobre el tema que estaba trabajando, un 23 de abril recibí -con el respectivo archivo adjunto- el siguiente mensaje:
Mi manera de perder el tiempo
Roberto Saraví
Mi respuesta comenzaba con Vaya manera de “perder el tiempo”... y terminaba con Espero que sigas perdiendo el tiempo así…
Al día siguiente, me escribía:
Fernando, este intercambio de ideas sirve para abrir un campo. No es tan fácil llegar a hablar de estas cosas, uno está siempre demasiado pegado a lo inmediato y urgente.
Estoy absolutamente dispuesto a esto, que me apasiona.
Un abrazo y nos vemos, Roberto
Hoy –en el último abril de Roberto Saraví- compartimos, a manera de homenaje, su “mirada al tiempo…”
FFG
Espiralamiento del tiempo
Por Roberto Saraví Cisneros
La realidad se comporta toda junta. Este intento nace de la íntima necesidad de visualizarlo. El Homo Sapiens -apenas un animal débil- en menos de una milésima de su existencia consiguió: escribir, volar, ir a la Luna, trasplantarse órganos, fijar imágenes y sonidos, comunicarse instantáneamente, construir los objetos imaginables, crear ciencias y avanzar en el conocimiento del universo y de la visa habiendo atendido su compatibilidad con las matemáticas. Crear sistemas de manejo de la información automáticos y aún, auto-mejorables, y está imaginando muchos etcéteras más. Hasta aquí los logros sobran para imaginar un maravilloso cuento de hadas.
Pero también se ha mostrado significativamente incapaz de actuar coordinadamente, de controlar los comportamientos individuales o grupales, de evitar las iniciativas inaceptables, muy especialmente ahora, que los desarrollos técnicos disponibles -y muy baratos- son de un podes superior a la estabilidad y a la resistencia de nuestro mundo. El tiempo incierto que nos queda, deberíamos ocuparlo en concebir modos de relación social y política, de una calidad compatible con los conocimientos técnicos que supimos conseguir.
