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El discurso contemporáneo sobre el proyecto se intensifica con el comportamiento material y su performance, construyendo un nuevo materialismo que provee un marco filosófico donde el énfasis deja de estar sobre la representación para abrir campos hacia la expresión del proceso material.
No es una imposición que viene desde afuera sino que el origen es la materia y su estructura donde los procedimientos de proyecto no tienen jerarquías pre-establecidas. Ya no se compone para luego materializar sino que existen hoy los medios suficientes para que el proyecto pueda ser dirigido por la materia. Es a través de la nueva idea de materialismo que se abren preguntas sobre la lógica no-lineal, la capacidad de la materia para auto-organizarse y un rol activo en su propia formación. En este sentido, los objetos arquitectónicos se determinan materialmente por la acumulación de procesos aplicados sucesivamente a la materia con la que se constituye. Estos procesos actúan como presiones, como fuerzas aplicadas a distintos niveles de intensidad; en estos procesos la geometría como regulación, por medio de operaciones geométricas, precipita la transformación de esa materia convirtiéndola en materiales, lógicas de acoplamiento, técnicas constructivas, elementos arquitectónicos en sistemas de delimitación del espacio.
La materia es relevante para la arquitectura por antonomasia, lo que la constituye como un punto característico en su obra no es ella misma sino una posición particular respecto de ella. No se trata aquí del valor expresivo de los materiales (materialidad), ni de las posibilidades físicas de una materia en particular; sino la transformación de la misma en un problema disciplinar. El modo en el que es regulada por un sistema geométrico que oscila entre la tradición y la modernidad, su organización en el espacio y el modo en el que está distribuida parten de un modo sumamente específico que no está basado en el detalle sino en una organización más compleja basada en la heterogeneidad de sus componentes y las capacidades autónomas que posee.
Se revisarán algunos problemas constantes de la arquitectura en relación a la materia y las características que estos desarrollan. La regulación de la materia a través de la geometría, los modos en los que está dispuesta en el espacio y el tipo de límite que configura; el modo de articular elementos y componentes a diversas escalas de trabajo; y la convergencia como un nivel de articulación superior en cuanto a complejidad y capacidades operativas serán los aspectos a revisar en obras caracterizadas por las tensiones entre la regularidad y la diferencia.