En los últimos decenios la Geometría ha sufrido una notable desvalorización. Su estudio, en los ámbitos académicos, había sido relegado a determinados aspectos, dejando de lado el pensamiento geométrico intuitivo y creativo. Esa realidad, desde hace unos años, se está revirtiendo. Hoy la Geometría vive un nuevo momento de revalorización, de hecho, en el mundo se reconoce la conveniencia de su aprendizaje a pesar que el debate de su didáctica sigue abierto. Tal valoración, en gran medida, se debe al estudio creciente de sus aplicaciones y a los nuevos campos del conocimiento que se pueden investigar a partir de sus conceptos; no limitándose solamente al mundo construido, sino que, se extiende a las sustancias vivas como a las inorgánicas.
La Geometría es el estudio del orden espacial mediante la medición de las relaciones entre las formas. En la antigüedad la práctica de la Geometría era una aproximación a la manera en que el universo se ordena y se sustenta. De esta idea se desprende que, la práctica geométrica en mayor o menor medida ordena el hacer del hombre. Es así como a través del tiempo la Geometría estuvo presente, con altibajos, en el quehacer de las artes del espacio (arquitectura, pintura, escultura y artes decorativas).
En cuanto al quehacer arquitectónico, la Arquitectura y la Geometría establecen relaciones de simbiosis. Estas son tan importantes que se puede afirmar que, en cualquier diseño arquitectónico, con distinta relevancia, siempre está presente la Geometría. La Geometría sin la Arquitectura u otra disciplina de diseño del entorno construido sería una problemática eminentemente teórica, limitada a los salones de clase y libros de texto, carecería de toda materialización formal a simple vista. Juntas, la Geometría y la Arquitectura, forman una unidad de creatividad, una es el instrumento de la otra.
Es así que los cánones geométricos, en distintas épocas y lugares, han servido para la composición de los trazados reguladores en el diseño, pero al mismo tiempo se admite que el punto de vista geométrico no es el único, ni tal vez el más importante, de una teoría estética de la forma. No por ello es lícito ignorar la presencia de la Geometría en el mundo construido.
Es absolutamente necesaria una vuelta al espíritu geométrico en la educación arquitectónica (para aportar nuevos puntos de vista para entender la Arquitectura y utilizarlos en el quehacer proyectual) y también en la educación matemática (para conocer y entender las estructuras geométricas que apuntalan a otras disciplinas). Nada mejor que transmitir estos conocimientos a quienes son los encargados de formar a estudiantes.