A 12 años de la inundación en la ciudad de La Plata y ante la repetición cada vez más recurrente de eventos pluviales intensos y hechos similares en distintas latitudes, es necesario detenernos y reflexionar. Mirar el pasado, transformar el presente y repensar el futuro de la región, con el propósito de que estas dolorosas tragedias no se repitan.
En esta oportunidad, la Profesora Consulta de nuestra Facultad Arqa. Isabel López nos acerca un profundo análisis sobre el tema. Como ella misma expresa, tras conocer y trabajar en las inundaciones de La Plata, Berisso y Ensenada reiteradas veces como investigadora, extensionista, profesora y gestora – planificadora y visto lo sucedido en La Plata, Bahía Blanca, Comodoro Rivadavia y otras ciudades…
¡Inundaciones!
Perder el hábitat, perder los recuerdos, perder la vida.
- En la ciudad de Santa Fe entre el 29 de abril y el 3 de mayo de 2003, cayeron de forma acumulada 1400 mm, dejó 22 víctimas fatales, según organizaciones sociales contabilizan 158.
- En la ciudad de La Plata del 2 de abril de 2013 cayeron 392 mm de agua en 3 horas; dejó 89 muertos
- En la ciudad de Comodoro Rivadavia las lluvias se extendieron entre el 29 de marzo y 8 de abril de 2017. El 29 de marzo cayeron 55 mm, el 30 de marzo 232.4 mm, con un total de 287.4 mm. Entre el 6 y 7 de abril se registraron 91.7 mm. Dejó un muerto.
- En la ciudad de Bahía Blanca el 7 de marzo de 2025 dejó 16 muertos cayeron 300 mm
En este marco y como toda cuestión compleja, los por qués de las inundaciones son multicausales, especialmente en las ciudades. Y, quienes en algún momento creían en el dominio técnico de la naturaleza, fueron modificando el clima en la tierra sin pensar las consecuencias, pues con el modelo productivo actual, se necesitan tres planetas tierra. ¡De esta forma, hasta el espacio de vida se torna incierto!

Subcuencas de La Plata – 2014/17 “TERRITORIOS VULNERABLES Y PAISAJES EMERGENTES EN EL GRAN LA PLATA” (Código 11/UO149). Proyecto incorporado al Programa de Incentivos al Docente-Investigador desarrollado por la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Cultura y Educación. CIUT (FAU UNLP)
Por otro lado, no es lo mismo inundarse, para quienes pueden recuperar sus bienes materiales, que para aquellos que no tienen esa posibilidad. Y en La Plata esta situación fue empeorando con el tiempo mostrando una gran desigualdad que se expone en el hábitat de la cotidianeidad del periurbano para 200.000 habitantes por lo menos.

Julio 2014/Julio 2017 “LAS INUNDACIONES EN LA PLATA, BERISSO Y ENSENADA: ANÁLISIS DE RIESGOS, ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN. HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UN OBSERVATORIO AMBIENTAL”. Dirección y Codirección Ronco – López Proyecto de Investigación Orientado llamado por la Universidad Nacional de La Plata y el CONICET a partir de la declaración de Emergencia Hídrica en el Partido de La Plata. (13420130100009CO) Participación del CIUT (FAU – UNLP)
Para dar respuesta a esta problemática, están quienes piensan que solo con obras se lo soluciona. Pero no es así. Las medidas u obras estructurales deben acompañarse con otras medidas denominadas NO estructurales. Planes de Contingencia, Planes de Ordenamiento Territorial y Ambiental, Plan Director Hidráulico y otras, entre las que figuran las alertas tempranas y fundamentalmente que la población esté preparada para protegerse del evento. ¿Por qué? Porque la incógnita de cada uno de los eventos, es cuanta agua y cuanto tiempo caerá, y eso no lo sabemos. ¡Es una incógnita de final abierto! Es vivir en la incertidumbre. Aunque no nos guste.
Y, aunque se pueda aproximar con cálculos probabilísticos, las ciudades no están preparadas para circunstancias excepcionales; además que los conocimientos van cambiando, así como los paradigmas y sus interpretaciones. Antes el desastre era visto como natural, hoy sabemos que podemos trabajar para evitarlo. Una de las cuestiones importantes, es evitar la extensión de las ciudades y la tendencia expresa lo contrario. La Plata se ha extendido hacia las partes altas de cada cuenca y sub cuenca. De esta forma, se van aumentando las superficies ocupadas que deberán escurrir en las cuencas bajas.
El territorio que construimos socialmente es parte de la naturaleza; que, aunque no lo veamos, siempre está, y nosotros –la sociedad – somos parte de ella. Nos hemos convertido, como lo identifica Ulrich Beck [1] en una sociedad de riesgo, con una historia y una cultura que a su vez ha modelado nuestra percepción del riesgo, aceptándola o no, según nuestro conocimientos y pareceres. Entonces están aquellos para quienes las inundaciones son un desastre natural u otros que pensamos que podemos enfrentarlas mediante políticas de gestión del riesgo denominadas de “mitigación y adaptación” que adopten medidas apropiadas para cada territorio y ambiente (cuencas y sub cuencas) que ocupan la ciudad.
Para esto último necesitamos muchas cuestiones y una gestión que lo haga posible, pero en principio admitir que debemos modificar el ambiente en cada uno de los sitios o hábitats con políticas urbanas renovadas que, tanto a los políticos como a los profesionales en otros frentes nos cuesta administrar, porque los saberes también necesitan renovarse y entender que la inter disciplina es compleja llevarla a cabo, pero que sirve para enfrentar nuevas problemáticas, y que las ciencias y disciplinas la mayoría de las veces han sido creadas y acotados sus saberes antes de los nuevos enfoques o paradigmas.
Hacer obras, quizás no las de siempre. Pero también trabajar y reconocer cuencas y sub cuencas – a convivir con el agua y ¿aprender que hacer en los tres momentos en que se desarrolla una inundación? antes – durante y después. Prepararnos para ir adaptándonos o mitigando nuestras acciones poniéndonos de acuerdo para ello y socializando el conocimiento en como conducirnos cuando llega un evento pluvial o tormenta.
Como siempre, el tiempo y el espacio – como menciona Aristóteles – son las dimensiones más importantes, pero la tercera – la sociedad, y en forma muy desigual – ha transformado la naturaleza o el planeta tierra, el hábitat de todos, sin tener en cuenta que forma parte de ella. Y, algunas “sociedades con poder” siguen creyendo en la “ciencia ficción del capitalismo” (Michel Nieva: 2024), esto es: que cuando la tierra sea inhabitable algunos – los más ricos- podrán vivir en Marte, como lo están planificando.
Después de conocer y trabajar en las inundaciones de La Plata, Berisso y Ensenada reiteradas veces como investigadora, extensionista, profesora y gestora – planificadora y visto lo sucedido en La Plata, Bahía Blanca, Comodoro Rivadavia y otras ciudades, quisiera recordar al urbanista Bernardo Secchi fallecido en 2014, que en su último libro: La ciudad de los ricos. La ciudad de los pobres. La ciudad de los pobres puntualiza las cuestiones más importantes a planificar en las ciudades: la desigualdad, el cambio climático y la movilidad.
[1] “Las pautas colectivas de vida, progreso y controlabilidad, pleno empleo y explotación de la naturaleza típicas de la primera modernidad han quedado socavadas por cinco procesos interrelacionados: la globalización, la individualizacion, la revolución de los géneros, el subempleo y los riesgos globales (como la crisis ecológica y el colapso de los mercados globales) Un auténtico reto teórico y político de la segunda modernidad que la sociedad debe responder simultáneamente”. (2006: pág. 2)
*Imagen de portada: Centro de Investigaciones Urbanas y Territoriales – CIUT