24M

Certezas e Incertidumbres. Fuentes diversas

Jorge Alberto Álvarez Cicero

Jorge Alberto Álvarez Cicero nació en Cacharí, provincia de Buenos Aires, el 4 de septiembre de 1952. En su casa, sus padres tenían una embotelladora de vino, en la que Jorge se escabullía para entretenerse durante las largas siestas de verano.

Realizó sus estudios primarios en la Escuela Nº 23 y los secundarios en el Colegio de Comercio Nº 2 “José Hernández”. Con dieciocho años, recibido de Perito Mercantil Nacional, comenzó a estudiar la carrera de Ingeniería en la Universidad del Centro, en Olavarría, donde también realizó el Servicio Militar Obligatorio.

En 1974, se radicó en La Plata, allí dividía sus tiempos entre la militancia en la JUP, el trabajo en una tintorería, y sus estudios en la FAU. Le gustaba mucho el folclore, y desde una pared de su departamento sonreía el Che.

También fue miembro de la Junta Promotora del Partido Peronista Auténtico de La Plata. Tenía 24 años, cuando el 13 de diciembre de 1976 fue secuestrado en plena vía pública.

Jorge permanece desaparecido.

Certezas e Incertidumbres. Fuentes diversas

JORGE

El del hablar pausado y tranquilo *

Jorge Alberto Álvarez Cicero nació en Cacharí, partido de Azul, el 4 de septiembre de 1952. Su madre se llamaba Nedda Edith Cicero, su padre Alberto Isaac Álvarez quien era viajante de la empresa “Canale” en la zona. Hizo sus estudios primarios en la Escuela Nº 23 de Cacharí, y los secundarios en el Colegio Provincial de Comercio Nº2 “José Hernández” de la misma localidad, recibiéndose de Perito Mercantil el 11 de diciembre de 1970, con un promedio de 7,68 puntos.

Jorge ingresó a la Facultad de La Plata en 1974 bajo el número de legajo 6872. Había rendido ocho finales, cuatro materias de primer año y cuatro de segundo, la última: Diseño Estructural dada el 17 de diciembre de 1975, según consta en su legajo universitario. 58

Sus simpatías por el peronismo lo convirtieron en un activo militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) en dicha facultad, y después, contemporáneamente a su desaparición, era uno de los miembros de la Junta Promotora del “Partido Peronista Auténtico” de la capital bonaerense.

Es alguien que no se me va a poder borrar de mi memoria –comienza diciendo Mónica. 59

Tal vez la única persona de la familia que se interesa por saber algo de Jorge- con quien compartió su adolescencia en varios momentos de su vida. Le digo primo, pero en realidad no lo soy, pero era porque teníamos edades similares. La mamá se llamaba Nedda y el papá Alberto Álvarez quienes tuvieron dos hijos, Jorge era el mayor de los dos, el hermano no recuerdo como se llamaba.

Sobre Jorge recuerdo que en Cacharí tenía en su casa una especie de bodega porque sus padres vendían vino y jugamos en los carnavales. Cuando éramos pre-adolescentes yo vivía en Capital Federal, tenía otra forma de desenvolverme, tenía amigos varones y allá no era así. Mi primo tenía sus amigos en el pueblo y yo iba a charlar con ellos y de repente mi prima, su mamá, apagaba la luz para que el barrio no vea que yo estaba charlando con varios chicos, todos amigos de Jorge.

Jorge era un chico que siempre pensaba en el otro, como buen libriano el otro era importante y eso lo llevó a ser un desaparecido. No sé si tenía novia, iba a algunas peñas que hacían los estudiantes. Salíamos al cine cuando venía para acá a Capital, era muy dulce, muy bueno, siempre metido para adentro, introvertido.

Leía mucho a Perón, al Che Guevara, militaba en la JP, tenía un póster del Che en su dormitorio, tenía ideales de un mundo mejor. Era romántico, le gustaba mucho el folclore. Para carnavales en Cacharí se disfrazaba y jugaba con agua.

En sus conversaciones siempre estaba el tema de un mundo mejor, era buen estudiante y muy buena persona, hacía lo que tenía que hacer.

Su padre repartía vino “Caroyense” y productos de la empresa “Canale”. Recuerdo una travesura infantil en Cacharí: los vinitos de “La Caroyense” estaban en algunos barriles en su casa y cuando se iban los padres a dormir la siesta con Jorge y sus amigos íbamos al depósito, abríamos las canillas y tomábamos unas gotas. Un día nos encontraron a todos durmiendo allí –dice- y sonríe al recordar la anécdota.

Mi prima Nedda -la mamá de Jorge- era muy apocada, pero tenía una voz bellísima para cantar. El tío de Jorge –hermano de la madre- también murió. Hubo mucho trabajo de campo para saber de su destino y nada, desde que desapareció en diciembre. No era gordito como muestra la foto donde está de colimba, no era muy alto, era menudo, tenía una forma de hablar pausada, tranquila.

Cuando venía a Buenos Aires paraba en la casa de su tío, diferencias ideológicas y la vida misma fueron separando después a los primos.

Cuando desaparece Jorge, yo tengo borradas algunas imágenes, fuimos a La Plata en un lugar de tres o cuatro pisos donde eran todos estudiantes y habían desaparecido todos, nadie nos pudo dar ninguna información.

Me acuerdo de Alberto –el papá de Jorge- de tanta desesperación por no saber el paradero de su hijo se mordía todo y se le hizo una úlcera. Murió joven, de cáncer, mucho dolor para él, dice Mónica mientras el calor de la tarde envuelve los recuerdos.

58. Legajo universitario 6872 perteneciente a Jorge Álvarez. PPDDHH. Facultad de Arquitectura de la UNLP.

59. Entrevista realizada a Mónica Trunzo (General Rodríguez) pariente de Jorge Álvarez.

Con el uniforme del servicio militar obligatorio.

(*) Capítulo dedicado a Jorge Álvarez Cicero del libro “HERIDAS DEL PORVENIR – Testimonios de ausencias que sangran” (Jorge Meza, 2022)

Presentación del libro y homenaje –con la presencia del vicedecano de la FAU/UNLP, Arq. Jorge Prieto- al alumno egresado de la institución detenido-desaparecido Jorge Álvarez en Escuela Secundaria Nº2 “José Hernandez” de Cacharí.

Volver a 24M. Certezas e Incertidumbre. Fuentes diversas.

Si detectás alguna imprecisión en las biografías, por favor, escribinos a reparacionlegajos@fau.unlp.edu.ar.