Escenarios, un piano esperando que haya una próxima función

Transcurren los primeros meses de la pandemia, plena cuarentena, lascalles estántotalmente deshabitadas, nadie circula… los espacios públicosy culturales ya no funcionan más: escaleras, foyeres, halls, teatros,museos, espacios creados para albergar gente hoy estánvacíos…perturbada por esa atmósfera melancólica y desolada imagino instrumentos, restos de escenografías, sillas, objetos, muebles, todosdejados por ahí, abandonados.El silencio de estas salas sin público, música ni artistas me conmueve , me interpela, pero a pesar de su sigilo,el eco de todo lo que allí ha pasado, sigue vibrando y me estremece,porque el artetransciende, se reinventa una y otra vez.