Se desarrollará del 23 al 25 de octubre en la FAU.
Hacia finales del siglo XIX apareció en Estados Unidos -más particularmente en Chicago y Nueva York- una nueva tipología de edificios que luego se conocieron como rascacielos. Las posibilidades y aspiraciones asociadas esta tipología fueron ganando rápidamente un lugar destacado en los debates y la práctica profesional de arquitectos, urbanistas e ingenieros. Pero la fascinación también atrajo el interés del gran público, que encontraba en estas edificaciones un símbolo de los tiempos modernos. Surgieron entonces representaciones de futuros en altura que impactaron con mucha fuerza en todo el mundo, configurando un imaginario de proyectos y fantasías utópicas. Estructuras de hormigón armado, ascensores, aeroplanos, calles y ferrocarriles elevados fueron algunos de los elementos recurrentes asociados a las visiones de futuro ubicadas en las alturas. Las imágenes y los proyectos se difundieron en diversos medios como revistas, libros y películas. Así, los numerosos concursos, proyectos arquitectónicos y urbanísticos (concretados o no) hicieron de las Américas un campo propicio para la formulación y realización de estas utopías en altura, lo que abonó la idea del continente como un locus de la modernidad. La mención de “las Américas” tiene, entonces, el propósito de problematizar la distinción entre “sur” y “norte” o “anglosajona” y “latina”, para priorizar una aproximación más amplia que dé cuenta del entramado de diálogos e intercambios a lo largo y ancho del continente.